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La mano de póker más loca jamás contada
Historias sobre manos en el mundo del póker hay de todo tipo, pero como la que acabamos de vivir en la mesa final del Main Event de las Flip Flop Series os prometemos que no habéis visto muchas. Palabra.
El escenario
Los jugadores acababan de llegar a la mesa final tras haber dejado a casi 400 jugadores en el rail. Al ganador le esperan 30.000€, y Alessandro Sarro (2,3 millones) y Juan Molina (2 millones) eran en ese momento dos de los mejor colocados para luchar por este impresionante premio.
Ambos habían estado jugando juntos en la misma mesa durante los dos últimos días de juego, por lo que se puede decir que ya tenían una imagen formada el uno del otro. Y tanto que la tenían.
La acción preflop
Todo comenzó con Juan Molina abriendo en UTG a 150.000 puntos. El resto de la mesa se tiraba y la acción llegaba hasta Alessandro Sarro en la ciega pequeña. El italiano, que ha demostrado un nivel por encima de la media en este torneo, y que había traído de cabeza a todos sus rivales en la fase final, hacía una pausa y decidía lanzar una three-bet por algo más de 300.000 puntos.
Lo normal es que la mano hubiese terminado ahí, pero aquí es donde comienza la verdadera historia. Cuando el turno de hablar regresaba a Molina, este no tardaba ni un segundo en responder con una four-bet a 700.000 puntos dejándose por detrás, como se dice en el mundillo, aunténticas pipas.
Hemos visto muy pocas four-bets en este torneo, por lo que teníamos claro que la mano terminaría ahí, pero no. Molina todavía tenía preparada la traca final.
Alessandro Sarro hacía entonces una five-bet all in por sus 2,3 millones de puntos y Juan Molina le pagaba al momento. Los dos daban la vuelta a su mano.
Sarro: (77%)
Molina: (23%)
El desenlace
Alessandro Sarro tenía una ventaja clara para ganar la mano, y también para hacerse con el 40% de las fichas en juego, pero en esto del póker hasta el river no hay que cantar victoria.
Con más de 20 personas arremolinadas en torno a la mesa, el dealer quemó carta y destapó un flop que abría un proyecto de escalera interna para Molina, que vio con cara de pena como el turn era un que le dejaba con solo 4 outs. Solo un tres podía salvarle y Molina, sabedor de que era complicado, comenzó a prepararse para abandonar la mesa. Ahí fue cuando llegó el último giro de tuerca de esta mano.
El dealer quemaba carta por última vez, y descubría un ¡! que hizo explotar al rail. Molina completaba escalera para colocarse líder de la mesa final mientras Alessandro Sarro, totalmente estupefacto, no pudo más que llorar lágrimas de sangre viendo como sus fichas pasaban de su stack a manos de su rival.