Último nivel y mucho por decidir

11 niveles después del comienzo, menos de 50 jugadores afrontan las últimas manos de una jornada que ha estado marcada por la igualdad. Los stacks han estado muy parejos durante todo el día, y tan solo unos pocos han logrado abrir brecha respecto al resto.

Uno de ellos es Israel Oliver, que hace solo unos minutos mandaba a la lona a Luís Suárez Huerta. Ambos llegaban a un flop tras igualar sus apuestar preflop en una guerra de ciegas, y ahí ponían todo su plástico en juego. Suárez, que tenía el peor stack, iba por delante con su , pero todavía debía esquivar el turn y el river.

Oliver tenía y necesitaba ayuda para no perder una parte importante de sus fichas. El turn fue una que dio un vuelco a la mano y colocó a Oliver por delante antes de que un completase el board.

"Así no se puede, cuando no ligas es imposible ganar", decía Luís Suárez entre dientes mientras tomaba su zamarra y cogía el camino del rail madiciendo su mala suerte. 

Algo parecido le pasó a David Murillo, que desde el inicio del día había sido uno de los jugadores más destacados. Empezó siendo el primer líder de la jornada y a pesar de que sufrió un par de reveses, no tuvo problemas para remontar y volver a estar entre los mejores. Sin embargo, cuando estaban a punto de cantarse las últimas manos del día, desde el fondo de la sala pudimos ver a Murillo coger sus bártulos y poner rumbo a la salida con cara de pocos amigos, lo que confirmaba que había sido eliminado.

Los jugadores disputan ya las últimas siete manos del día. Una vez se hayan disputado, tendremos la oportunidad de saber quién es el líder de esta jornada, y si este ha conseguido superar al gran Viktor Moskalenko, que ayer superó ampliamente los 200.000 puntos.